Bitácora Noviembre

Noviembre  finaliza,   La tripulación de nuestra Armada ( La Velázquez, y nuestra goleta Ars)  no descansa, el viaje es emocionante y complicado, con una actividad frenética que nos ha llevado a un mes de Diciembre activo y esperanzador.

Nuestros barcos  continúan navegando, deteniéndose en pequeñas playas y puertos donde los nativos acuden a la escuela que hemos creado para ellos. Se suceden nuestra enseñanzas,  aprenden a relacionarse, a dirigir sus tribus y a vender sus productos de artesanía en sus mercados locales. Es hermoso abrir sus ojos y su mente a tanta información.

En una de las islas, el chamán de una gran Escuela nos ha invitado a una fiesta para conocer y que nos conozcan jefes de tribus y otros chamanes. Hemos compartido horas de conocimiento y emociones, horas, en las que la palabra generosidad ha sido la clave de nuestra relación. Nos acompañaron oradores de otras armadas para narrarnos sus grandes batallas llenas de peligros y cómo gracias a la ayuda de los vecinos de sus aldeas pudieron superar con éxito todos sus retos.

Seguimos trabajando para el buque francés, para el barco que contiene en sus bodegas una factoría de ábacos y pergaminos que ayudan al hombre a comunicarse, a escribir, a contar, a relatar, a guardar y a almacenar sus historias y leyendas.

Otro buque francés se aproxima pidiendo nuestra ayuda, transportan afeites, aromas, néctares y esencias que embellecen a las mujeres. Su tripulación nos necesita y escucha ávida nuestras enseñanzas.

Algunos miembros de la tripulación de Ars abandonan temporalmente y en pequeñas lanchas, el barco para dirigirse a tierras de vino y buenos alimentos.  Fértiles tierras de  vino , huertas y miel donde nos esperan grandes aventuras . Avanzadillas de noviembre que culminarán con una expedición  que durará nueve largos meses y en las que nos acompañará un nuevo grumete que hará aún más grande a nuestra Goleta.

A la anochecida, su capitana  y timonel, descansan y sueñan con nuevas aventuras, pero esas serán contadas más tarde, allá en ese mes de balances, de sueños e ilusiones, de reencuentros de amigos, de buenos propósitos e intenciones, al que llamamos Diciembre.