En este entorno, el área de Recursos Humanos se enfrenta a situaciones ligeramente diferentes a la de años anteriores. La alegría irá por sectores y por empresas, pues no faltarán aquellas que, todavía, tengan que verse involucradas en expedientes de regulación y en ajustes de costes. En estos casos, habrá que enfrentar esa situación prioritaria para poder sobrevivir. Pero cada vez son más las empresas que ya en el principio del año ven las situaciones de ajuste por el retrovisor y aún sin lanzarse a la aventura ponen su foco en la inversión y no sólo en la contención.
2015 es el año para mirar hacia los nubarrones que se nos ciernen en un futuro muy próximo:
- Estructura de la población que envejece rápidamente
- Dificultades para incorporar personas con perfiles adecuados a las nuevas necesidades técnicas y sociológicas que se prevé existan
- Dificultades para dejar paso a las generaciones jóvenes y no tan jóvenes en las estructuras de las empresas, por el retraso de las edades de jubilación y los efectos fiscales de la anticipación de esta.
- Profundo cambio en la cultura de las nuevas generaciones, en relación a su posición frente a la empresa y sus demandas a cambio de sus servicios. No exclusivamente económicas.
- Necesidad acuciante de incorporar a la mujer, no sólo a la empresa sino a sus círculos de poder
El reto al que se enfrenta RRHH, es el de dejar de llamarse RRHH y empezar a gestionar PERSONAS y, no valdrá únicamente con el cambio de nombre sino con una verdadera acción que englobe todos los frentes:
- Encontrar la vía para conjugar la salida de profesionales de alta edad, que esperan la desvinculación, con el mantenimiento del conocimiento, la legalidad y las generaciones que presionan por avanzar.
- Hacer evolucionar los procesos sobre gestión de personas hacia procesos de gestión de las actitudes. Formación conductual y evaluación de las actitudes. Se abre el mundo de las conductas pasando página al de las competencias
- Establecer mecanismos de atracción del talento, desde la perspectiva del que se atrae y no desde la necesidad de la empresa. Generar culturas abiertas y flexibles
- Poner foco en derribar las barreras que se ponen al desarrollo de las mujeres, tanto las que pone el entorno como las que se ponen ellas mismas
Todos estos retos, y otros, los podemos resumir en la asignatura pendiente de primero ser parte del negocio de la empresa y luego ir por delante del negocio de la empresa.