reseña del libro publicada en
por Jose Manuel Arribas, socio de Persona
Pistas y libros actualizado viernes, 18 de febrero de 2011 13:25
Tendemos a pensar que los incompetentes son otros, nunca nosotros mismos. Y el primer paso para gestionar la incompetencia es reconocer la nuestra. A partir de ahí, hay que aprender a diagnosticarla y conocer en profundidad todas al herramientas de las que disponemos para corregir los errores. Gabriel Ginebra nos invita a la reflexión y a la acción.
Cuando uno decide leer un libro con este título, quizá, se busca aprender cómo tratar a la gente que nos rodea. Las preguntas que surgen instantáneamente son ¿Y yo? ¿Soy también incapaz e incompetente? ¿Qué puedo hacer para superarla?
La paradoja que se encuentran la mayoría de las empresas consiste en cómo retener el talento y cómo conseguir que aquellos, determinados como “necesarios” no se desmotiven y acaben marchándose y, por el contrario, cómo tratar a aquellos denominados “incompetentes”.
Gabriel Ginebra, en su libro Gestión de incompetentes, no aborda algo nuevo en las organizaciones actuales, pero consigue concienciarnos sobre cómo debemos comportarnos en nuestro día a día en las empresas, asumiendo nuestra cuota de responsabilidad y reconociendo nuestra propia incompetencia.
Tres grandes epígrafes se desarrollan en esta obra, “Reconocer la incompetencia propia y ajena”, “Como diagnosticar la incompetencia” y “Herramientas para gestionar la incompetencia”.
El autor parte de varias premisas, entre las que cabe destacar:
• Todos somos incompetentes porque somos mejorables
• La competencia apenas hay que gestionarla
• El triunfo no es de los más brillantes, sino de los talentos medios que vencen la pereza habitualmente.
• Un directivo que considera que la mitad de sus colaboradores son incompetentes es, seguro, un incompetente.
A lo largo de sus casi 260 páginas, Ginebra nos hace una oda de la incompetencia, apoyando la misma en un modelo de 10 incompetencias basadas en la desmotivación, la incapacidad, el no saber y el no poder. Completa su tratado con una serie de herramientas para gestionarla tales como “saber enseñar”, “cómo corregir los errores”, “cómo complementar acciones correctoras con elogiar, agradecer y felicitar” y finalmente saber que “saludar, pedir disculpas, perdonar y agradecer” son algo más que actos protocolarios.
Este es un libro de fácil lectura, que incluye mensajes claros para reflexionar e interiorizar. Conseguir que ciertas actuaciones sean medidas -conforme a la verdadera magnitud de los hechos y objetivos que las provocan- no es tarea fácil, ni para las organizaciones, ni para las personas que las conforman. Partiendo del principio de que no todo se arregla con el método (MO-CO) MOtivación y COmunicación, esta acciones, lejos de ser la enfermedad, son síntomas de otras situaciones y problemas más concretos.
Desde la situación de la nimiedad de la acción y su, poco o nulo, impacto en los resultados de las relaciones o de la organización (lo que llama incompetencia irrelevante), hasta cómo actuar con aquellos incompetentes que basan la misma en el factor motivación, bien porque no pueden, no saben o no quieren, se desarrollan acciones que analizan como tratar al torpe, al asfixiado, al distraído o al caradura.
Responsabilidad y compromiso no están sólo de un lado de la relación. No sólo depende de cómo nos traten los demás, sino de cómo estamos tratando o comportándonos. Ver cómo nos movemos y manifestamos en nuestro entorno profesional y, por supuesto, en el personal, es la labor más acuciante para discernir si nos calificamos de incapaces o de incompetentes.
No nos dejemos llevar por percepciones desajustadas sobre los éxitos, sobrevaloraciones de los fracasos, y, por supuesto, poco reconocimiento de los avances.
Desde esta visión lo demás es disciplina, herramientas y generar hábitos correctores, potenciadores o debilitadores, de los comportamientos y acciones que queramos medir.
Gestión de Incompetentes Autor: Gabriel Ginebra Editorial: Libros de Cabecera.