Mucho se escribe en los últimos años sobre transformación digital más allá de los procesos, nuevos espacios para trabajar frente a los habitáculos estancos del pasado, economía y trabajo colaborativo, redarquías frente a las obsoletas jerarquías, Dirección de personas frente a Dirección de Recursos Humanos……
¿Qué pasa con la transformación de los lugares de trabajo? Seguimos buscando nuevas formas de trabajar y de comportarnos en el entorno profesional, cuyo fin es conseguir mejores resultados, sin prescindir de ser mas felices en el desempeño. Lo más duro de todo esto es que no parece que estemos alcanzando el objetivo que queremos, entonces ¿qué está pasando?, ¿qué actitudes y comportamientos debemos generar para buscar ese equilibrio?
- Debemos de tomar la iniciativa, no esperar a que sucedan los acontecimientos para entonces actuar frente a los mismos, busquemos lo que queremos que ocurra y anticipémonos a lo que no queremos que ocurra, o lo que es igual seamos proactivos en lugar de reactivos, así seremos libres en nuestras decisiones y consecuentes con lo que escojamos. Podemos responder siempre de acuerdo con nuestros valores y principios. Seamos protagonistas de nuestro destino.
- Generemos nuestra visión si sabemos lo que queremos y conocemos nuestra meta el camino será más fácil, aunque surjan imponderables estos podrán ser previstos y podremos buscar alternativas.
- Construyamos un plan de acción, primero lo primero. Construyamos la realidad de la visión que hemos generado, como decía George Benard Shaw “si has construido castillos en el aire, tu trabajo no se pierde; ahora coloca las bases debajo de ellos”.
- Nos movemos por conseguir un beneficio, aunque la mayoría de las veces es por evitar una pérdida, si buscamos el equilibrio pongámoslo en positivo, es decir en Ganar-Ganar, no nos centremos en lo que perdemos ni en el axioma de que para yo ganar otro tiene que perder, busquemos el beneficio frente al coste.
- Primero escucha, después reflexiona y por último habla es la esencia del equilibrio y por supuesto la del respeto a los demás. Procura primero comprender, y después ser comprendido, si queremos ser entendidos y respetados debemos empezar por entender y respetar a los demás.
- El equilibrio reside en la libertad de cada uno teniendo en cuenta a los demás, no en hacer lo que uno quiere sino en querer lo que uno hace. Busca sinergias, mantén un alto nivel de interrelación y valora la diversidad.
- Si vas a talar un árbol afilar el hacha, lo que significa usar la capacidad que tenemos para renovarnos física, mental y espiritualmente o lo que es igual, preservar y realzar nuestro mayor bien que es uno mismo.
Lo que aquí he reflejado, a la mayoría de los que lo hayan leído les sonará, efectivamente no es otra cosa que lo que ya hace casi 30 años atrás nos presentó una persona llamada Stephen Covey.
Decía Ortega y Gasset «yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo» o lo que es igual la responsabilidad de encontrar el equilibrio reside en nosotros, ¿somos prisioneros del sistema o prisioneros de nuestro propio pensamiento?
Tú decides
- no puedes separar tu rol de tu persona, sin embargo, tú no eres tú posición: no la confundas con tu identidad.
- el enemigo no está ahí afuera: rompe con la propensión de culpar a un factor o una persona externa cuando las cosas salen mal.
- la mayor ilusión es hacerse cargo de nuestros retos y problemas, ocúpate no te preocupes.
- aprende de la experiencia: La experiencia directa constituye un potente medio de aprendizaje.