Hoy estuve inmerso en un debate sobre las redes sociales, mejor dicho sobre los medios sociales 2.0, el anglicismo social media. Ayer también, por la tarde y por la mañana. Me temo que mañana volveré a leer algo del asunto y la semana que viene ya tengo reservado en mi agenda un espacio para asistir a una charla sobre recursos humanos o gestión de personas y 2.0. No voy a decir que sea una moda, es una realidad que pasará a toda pastilla para ser substituida por la 3.0, por cierto ya he oído hablar de ello y no en broma. http://es.wikipedia.org/wiki/Web_3.0
¿Por qué nos estamos volviendo locos con esto? Es algo que me voy preguntando cada vez con mayor frecuencia y sólo encuentro una respuesta. Porque nos da libertad. Libertad para el individuo.
Espacios colaborativos no controlados por nadie, que surgen de la necesidad personal e individual. Estamos asistiendo al nacimiento de una nueva conciencia humana, en este caso colectiva. WEB 3.0
Podremos analizar, soñar, imaginar y poner en marcha todo lo que se nos ocurra para utilizar las nuevas posibilidades, que son muchas, pero no deberíamos olvidar como va a afectar todo esto a las relaciones personales y al contrato emocional entre individuos y organizaciones.
El compromiso, la motivación, la gestión del propio desarrollo, la capacidad de ver nuevas alternativas modificará el sistema económico. No tardando mucho.
Los procesos de conducta de las personas están cambiando, y las empresas deben de aceptarlo como algo natural, si quieren retener el mayor talento posible. La información empieza a dejar de ser poder y nuestra imagen social (marca personal) cada día está en las manos de con quién me relaciono.
Estamos dando el salto de la excelencia en el producto o servicio que vendo, a la excelencia en lo que hago. Una empresa que tenga un maravilloso producto dejará de vender si no tiene una imagen de excelencia social y de relación con sus personas.
¿Está llegando ya la hora de las personas? ¿Nos quedaremos en lo que podemos hacer con ello sin tratar el efecto que tiene? ¿Morirán las empresas que consideren esta nueva situación un peligro que no controlan? ¿Estamos ante un motor del cambio cultural?
Mañana seguro que seguiré pensando, cada vez que entro en tweeter alguien consigue activar mi curiosidad.