Alguna prensa crea, alguna prensa potencia, alguna prensa destruye.
Los gurús de la gestión deportiva nos hablaron de valores, nos hablaron de cultura, nos hablaron de cómo trasladar el liderazgo deportivo al mundo empresarial.
Los éxitos dentro del mundo del deporte fueron traídos a los Comités de Dirección y se implantaron como forma de conseguir grandes logros en las Empresas.
Nuestros hijos, queremos que sean como Rafa, Raúl, Alberto, Marta…. Les hablamos de la cultura del esfuerzo, de la recompensa del trabajo con ilusión, del coraje y la pasión, de la furia……………….
De repente todo se cae, nada se crea ni se destruye, solo se transforma, el que era un héroe casi es un villano, los compañeros de profesión que les ensalzaban antaño otrora se convierten en acusadores y verdugos.
Cuadro, como el de “Saturno devorando a su hijo”, nos recuerda como somos capaces de comernos a los héroes que hemos creado al amparo de las gestas narradas por la prensa.
Y mientras nosotros con Campbell y el “viaje del héroe”, y sus doce pasos para llegar al objetivo, y mientras buscando como demonizar a los héroes, y suenan en nuestra memoria frases como la de “Roma no paga a los traidores” cuando los que entregaron a Viriato fueron a por su recompensa.
No todos somos héroes, no todos estamos dispuestos a ser visibles y con ello exponer nuestras vulnerabilidades, defectos o errores.
Los hechos ocurridos no se pueden modificar, podemos seguir anclados en ellos y meternos en la espiral de la culpa, la queja y el resentimiento o podemos afrontarlos y responsabilizarnos de lo que vamos a hacer a partir de ahora.
Pero más allá de esta cortina de humo está la verdadera cúpula del trueno. Por favor, dejen ya de intentar distraernos con “estados de alarma”, “controladores sublevados”, “tolerancia cero al dopaje en el deporte”, “persecución de delitos contra la salud pública”, seguro que es necesario pero no para llenar portadas y cabeceras de los telediarios.
No necesitamos más héroes, ni de “MARVEL” ni del “Mundo del Deporte”, necesitamos personas que actúen de manera responsable y sean consecuentes con lo que está ocurriendo con el paro, la deuda pública, la reforma del mercado laboral, la reforma de las pensiones, la vigilancia de los sistemas financieros, y por supuesto también con el fair play en el deporte.
O actuamos con respons(-h-)abilidad, y nos hacemos participes de la solución, o encendemos
el foco, al igual que hacían en Gotham, para llamar al “Caballero oscuro”, y en ese caso nosotros llamaríamos a la “Dama de Hierro” (léase Merkel, Angela), para que acuda a nuestro rescate.
Señores del Gobierno, de la Oposición, representantes del Congreso y del Senado, como decían en la saga de Mad Max, todos queremos vivir “más allá de la cúpula del trueno”, no nos traten como niños perdidos y empiecen a actuar con ……., bueno por lo menos empiecen a actuar y a ser posible, de manera responsable.
Nosotros también haremos nuestros deberes y dejaremos de quejarnos.
Me gusta el análisis. Caminas en la búsqueda de la responsabilidad y pides que actúen en teniéndola en cuenta. No tengo muchas esperanzas de que ocurra, ya que para mi está claro que actúan con responsabilidad pero pagada a otros principios que nos son los del bien común sino los suyos propios. En este sentido el liberalismo que propugnas se puede incluso leer como social democracia. Esto por la parte de les toca a los que pides responsabilidad, ahora para el resto ¿que responsabilidad tendremos si nos hunden? ¿no tendríamos nosotros también que actuar? ¿no nos estamos comportando en nuestra visión como ellos? Responsabilidad para alcanzar algo, responder a un reto, a un objetivo. En este caso el objetivo común no parece existir
Efectivamente josé Manuel; ¡no necesitamos otro héroe! (Tina Turner, dixit), lo que necesitamos son responsables en el sentido etimológico que tú apuntas, es decir:
Responsable, del inglés “respons – able”: el que es capaz de responder sobre todo de sus actos.
Últimamente (por lo menos desde hace treinta años) no se prodiga ni la palabra trabajo, ni sacrificio, ni esfuerzo, ni responsabilidad. Todo se reduce al principio (mal interpretado) de la filisofía “Zen” es decir: “Menos es más”, pero en versión celtíbera: “Menos trabajar y más samba”.
No necesitamos “héroes” que no pretendan otra cosa que “salvarnos”, si no RESPONSABLES que sean capaces de responder de sus actos.
El problema es que el colectivo está adormilado (casi anestesiado) y es incapaz de reaccionar, de RESPONDER.
Es tarde y no se me ocurre nada más.