Responsabilidad total o Respons(h)abilidad es saber responder hábilmente en cualquier situación, de forma que seamos dueños de nuestros propios actos y que seamos nosotros mismos los que decidamos conducir nuestra propia vida y utilizar el poder que tenemos para alcanzar todo aquello que queremos realizar.
Que en la cultura de la sociedad occidental está muy presente el consumismo creo que no ofrece duda alguna, pero hay fechas en las que ese consumismo pasa a ser exacerbado. Me estoy refiriendo a estos días, a las Navidades. Además de las celebraciones propias de Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes, ¿Quién no tiene la comida de empresa, la de los amigos de toda la vida, la de los compañeros de la empresa anterior, la de esos primos que nunca ves, etc., etc.?.
Eso en cuanto a celebraciones, pero luego está el tema de los regalos que, hasta donde alcanza mi memoria, los traían los Reyes Magos, es decir sólo había un día de regalos. ¡Eso es poco consumo!. Así que, sin darnos apenas cuenta, también tenemos regalito en Navidad porque nos lo trae Papanoel. Además hay que regalar a los hijos, cónyuges, padres, abuelos, ahijados, sobrinos preferidos, tías solteronas, algún primo que otro, al mejor amigo, al portero, etc., etc.
Que hay crisis, no se preocupe vd., se lo pongo a mitad de precio que el año pasado para que compre mucho y se atiborre y consuma. Lo importante es consumir y cuanto más, mejor.
Ante esta impulsividad hacia el consumo, muy bien dirigida por todos los sistemas publicitarios, ¿realmente, podemos ser responsables 100% en el sentido de “ser yo mismo el que dirige el timón de mi vida”?. ¿Podemos abstraernos de todo lo que nos rodea?.
He puesto el ejemplo del consumismo pero podría traer otros muchos; cualquiera que los medios de comunicación se propongan meter en nuestras cabezas.
Si echamos mano de la distinción Victima Vs Responsable, victima es quien siempre encuentra un culpable de lo que ocurre: “son las circunstancias”, “la vida es así”, “no puedo hacer nada”. Siempre hay alguien o algo a quien “achacarle” la situación, a cualquiera menos a él mismo. Lo que realmente está haciendo es dejar en manos de otros el poder que él tiene para decidir qué es lo que quiere, en consecuencia serán otros los que decidan por él y nunca llegará a dónde quiere ir sino a dónde los demás le lleven. Por el contrario el responsable 100% es el que se fija un objetivo y analiza en profundidad qué tengo que hacer para lograrlo y se compromete consigo mismo y lo hace, a pesar de las circunstancias. Dirige su vida, no permite que la dirijan otros.
No en el sentido estricto que he comentado en el párrafo anterior, pero sí somos víctimas del continuo bombardeo que nuestros cerebros reciben continuamente de los medios de comunicación, de los usos y costumbres, de lo que es y no es “políticamente correcto” etc.. En esta situación creo que la respuesta a la pregunta que formulaba más arriba es que, efectivamente, nuestra responsabilidad de ser nosotros mismos los que guiemos nuestra vida se ve, en cierta medida, limitada por lo que nos rodea. Conozco pocos, muy pocos, que hayan decidido alcanzar su objetivo “saltándose a la torera” lo que tiene alrededor.