Aquella inmensa parte de la sabana Africana estaba cambiando a pasos agigantados. Después de un largo período en el que las lluvias garantizaron la abundancia de pastos y con ello el aumento incontrolado de herbívoros y depredadores, se había llegado a una época de sequía que originó que una parte importante de los herbívoros emigrase en busca de otras zonas. Los depredadores, por el contrario, permanecieron en gran número en el mismo lugar y se enfrentaron a una situación de escasez, alta competencia por los recursos, unas habilidades poco desarrolladas para la caza amén de un excesivo individualismo por la situación de abundancia vivida y un largo etcétera.
Esta situación así contada no ha sido muy diferente de la vivida por una gran cantidad de organizaciones españolas en los últimos años ¿verdad? ¿Cómo se ha abordado y que podemos aprender de esta? Se ha reducido el número de depredadores, compañías, y han desaparecido los más débiles. Esto no significa, necesariamente, que hayan perecido únicamente los económicamente más débiles, sino aquellos que sólo han sabido jugar a la carta de su fortaleza financiera y posición de mercado, recortando para ello costes en sus plantillas y esperando a que escampase. Algunas otras por el contrario, se han embarcado también en recortes pero de una manera diferente. Han identificando donde estaba el conocimiento de su negocio y han puesto el compromiso de sus empleados, los que se quedan en la organización, como algo valioso a mantener. De estos ejemplos , lamentablemente, no ha habido muchos!!!
También ha habido un muy reducido grupo que han aprovechado para cambiar los paradigmas del negocio en el que estaban. Han llevado a cabo un importante proceso de transformación de sus procesos, están invirtiendo en desarrollar las habilidades de su plantilla; apuestan por completar las habilidades de sus lideres en comunicación, en su capacidad para coordinar las acciones de sus equipos para ser más eficientes y obtener mejores resultados, y sobre todo transformar sus comportamientos de manera que se desarrollo un entorno que fomente la responsabilidad y la confianza como vía para generar compromiso y motivación. Estos serán los ganadores de la crisis.
Muchos de los depredadores que dejábamos en la sabana también han corrido una suerte parecida a la de las organizaciones que acabamos de contar. Los que han quedado se han transformado, ya no son los mismos. Su forma de cazar y su estructura social y organizativa también ha cambiado. En las partidas de caza se hace necesario que todos y cada uno colaboren, sacando lo mejor de sus habilidades individuales, sin olvidar que todos trabajan para el mismo objetivo. Las normas también se han trasformado y los leones ya no tienen derecho como antes a ser los primeros en saciar su apetito y devorar la pieza abatida.
Los miembros más jóvenes no ven todos los cambios acontecidos, se han desarrollado en ellos y son ahora parte de su realidad. Para el resto, las cosas ya no volverán a ser como fueron. Sin nostalgias.
Excelente definición del Océano Rojo , Juan Carlos, cuando has definido a los depredadores. Efectivamente, en esta lucha por la supervivencia, aquellos que miren más allá del corto plazo y sepan “gestionar el presente mirando al futuro” serán , sin dudas, los que no solo sobrevivirán sino también los que saldrán reforzados y fortalecidos de la sabana Africana….