Falta medio mes para que una vez más nos pongamos a ver qué ha pasado este año y que queremos que pase el siguiente.
Las noticias de nuestro entorno nos auguran un futuro próximo, es decir un 2013, complicado.
¿Acaso este no ha sido suficiente? ¿Acaso las iluminaciones navideñas no marcan el cierre de otro año sin que se hayan cumplidos nuestros deseos?
Qué lejos quedó la noche de San Silvestre del 2011, que lejos queda ese 1 de septiembre de 2011 donde nos ratificábamos en nuestros deseos y en nuestros sueños.
Otra vez más esperamos la tarde del 31 para ver como algo más de 30.000 ilusiones corren por las calles de “foro” con la idea de borrar los espectros del pasado y con las ilusiones renovadas para el futuro.
De futuro es del que debemos hablar, que no deja de ser un presente diferido. Este año, como tantos otros, desde los carrillones de los relojes de todas las plazas se volverán a escuchar las campanadas y en esta nuestra sociedad volveremos a tomar las “uvas de la ira”, perdón las de la “suerte”, no sé en qué estaría pensando.
Claro que, a lo mejor, mi conversación interior está marcándome como veo este hecho, que lejos de ser un cierre, para algunos es una continuidad y se quedan anclados en la nostalgia de lo que pudo ser y no fue y se les atragantan las uvas y se convierten en eso, en “uvas de la ira”.
No es momento para entrar en anclarnos en las subidas de IVA,IRPF, revisión de pensiones ….. Eso se lo dejo a los políticos.
El resto de los mortales podemos manifestarnos y hacer como ellos, en definitiva lo de siempre, o por el contrario podemos empezara a sumir nuestra responsabilidad, empezar a jugar el partido, y no quedarnos como meros espectadores protestando las jugadas desde la grada.
Llega la noche de San Silvestre, tan mágica como cualquier otra, tan ácida o dulce como cualquier otra, tan nostálgica y melancólica como cualquier otra, tan alegre y animada como cualquier otra.
Llega la noche de San Silvestre donde una vez compartiremos ilusión y esperanza, donde manifestaremos todos nuestros mejores deseos para el año siguiente, donde sacaremos del baúl aquellos recuerdos alegres de nuestra primera noche sin dormir y pasando frío esperando tomar un chocolate con churros, en una fría mañana, antes de volver a casa.
Llega la noche de San Silvestre, donde tus deseos renacerán y de ti dependerán que se cumplan o no. Solo tú sabes si lo que quieres lo anhelas o simplemente se desvanecerá como la niebla en las frías mañanas de enero.
Llega la noche de San Silvestre con más de 30.000 dorsales que representan otras tantas ilusiones corriendo por Madrid, que se multiplican exponencialmente con todos aquellos que los ven pasar animando y generando calor. Todas representan anhelo, deseo y futuro, todas tienen su objetivo, todas marcan un antes y un después. Por ello te propongo que tú también te marques un objetivo para el año que viene, un antes y un después. Y para que este no sea solo un sueño, ponte un plan de acción. COMPROMISO ES ACCIÓN.
Lo demás déjalo como decía la canción de Mecano “….cinco minutos antes de la cuenta atrás”.
Buena travesía para el año próximo y recuerda que se cumplan tus deseos depende prácticamente de ti o de que seas capaz de crear las condiciones para que se desarrollen.
FELIZ 2013
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muchas gracias Jose Manuel. Buena travesía para ti también. yo elijo que mis deseos se cumplan y que no se desvanezcan. nuevo año, nuevos propositos y compromiso es acción.
El futuro será lo que tu quieres que sea. No es vaga y manida la frase. Cuando abordas algo desde lo positivo, puede no salir pero te quedan energías para volver a intentarlo. Esto no es auto ayuda, esto es pensamiento positivo. La palanca de Arquimides
Voy a marcarme objetivos y a convertir esos sueños en planes de acción, me parece mejor idea que lo de “este año voy a….” y nunca lo haces. Ya te contaré si me funciona.
Que el año que viene se que se cumplan todos tus objetivos “deseados”