La Velázquez va soltando amarras a la joven fragata de Ars. Que vuela más que navega, surcando nuevos mares y nuevos horizontes.
Cada isla es un proyecto, un descubrimiento, una aventura. Cada isla es un grupo de hombres y mujeres que han trabajado duro toda su vida y se encuentran ahora con dificultades, hombres y mujeres que se ganaron el pan envasando alimentos, ofrecen soluciones para estar mejor informados, ayudando a otras naves en sus travesías, mercadeando con productos o enseres que las casas de los nativos necesitan, o atesoran y cuentan sus monedas.
Cada isla es un proyecto de trabajo, de ayuda, de acompañamiento a sus nativos que nos necesitan para encontrar una nueva ilusión y sustento. Y, para poder ayudarlos a todos, el Capitán de Ars ha buscado en los mejores astilleros nuevas y relucientes embarcaciones. Cada una tiene un destino: ¡¡su isla!!
Y sigue uniéndose tripulación a nuestras nuevas embarcaciones, gente joven y menos joven, pero llena de entusiasmo, de amor por su oficio, navegantes de mares difíciles y peligrosos, valientes y arriesgadas porque los nuevos miembros de nuestra tripulación son mujeres, mujeres de rompe y rasga, luchadoras, las mejores. María, Marta, Ana, Luisa y Elena se nos unen, pronto seguirán muchas más. Tantas como estrellas nos guiarán en las travesías.
En el horizonte se ven más islas, serán nuestras, crecerá nuestra escuadra y nuestra tripulación.